lunes, 22 de octubre de 2012

Paisaje Cultural-Museo del Vino

"La interpretación es una actividad educativa que pretende revelar significados e interrelaciones a través del uso de objetos originales, por un contacto directo con el recurso o por medios ilustrativos, no limitándose a dar una mera información de los hechos". Freeman Tilden El Patrimonio Cultural local engloba un conjunto de elementos y de valores que lo configuran como un factor clave para dinamizar y potenciar el entorno socioeconómico, actuando, por un lado, como medio de atracción de personas, de capital y de actividades económicas generadoras de valor añadido y de empleo, y por otro, como instrumento de mejora de la calidad de vida en esas zonas. Este patrimonio incluye bienes tangibles e intangibles, actividades y conocimientos, y abarca desde lo arquitectónico hasta la forma de hablar, desde las artes hasta el paisaje, etc. Por ello es imprescindible identificarlo y fomentar sus valores y conservación, pero también su inclusión en el desarrollo socioeconómico de su entorno. Este patrimonio es también fundamental para el refuerzo de las señas de identidad social, por lo que las políticas destinadas a su fomento deben ayudar a crear y encauzar las iniciativas de desarrollo, o abrir nuevos campos de trabajo contribuyendo a incorporar a estos colectivos con visiones nuevas y críticas. Otro de los retos de las políticas patrimoniales es encontrar los nexos de unión cultural entre los ámbitos, rurales y urbanos. La identificación del progreso con los medios urbanos ha motivado una profunda crisis de identidad en las sociedades rurales. Por el contrario, estos elementos pueden servir como referencia para crear modelos de desarrollo alternativos, sobre todo mediante su uso como elemento potenciador de las culturas locales. El proyecto de un Museo del Vino en el Valle de Guadalupe es un paso importante en este nexo de unión cultural entre los ámbitos rurales y urbanos donde es sumamente importante, en este caso y en todo museo, el proceso de interpretación. Jorge Morales Miranda, experto en interpretación lo define como “ un proceso de comunicación estratégica que ayuda a conectar intelectual y emocionalmente al visitante con los significados del recurso patrimonial visitado para que lo disfrute y aprecie”. Cuando hablamos de interpretación se plantean tres aspectos (Morales y Ham 2008): 1) “les voy a brindar una visión de ese algo, basada en el conocimiento científico” (la materia prima), 2) “les voy a traducir para que comprendan mejor ese algo”, y 3) “les voy a hacer pensar con respecto a ese algo”.y en su cuarto principio: La interpretación no es instrucción, sino provocación (provocación del pensamiento). Se trata en fin de conectar emocionalmente al público con los significados del patrimonio, que se involucre y se comprometa y la experiencia sea más gratificante y enriquecedora. Y si bien ya hay cuestionamientos de este proyecto: hay quien afirma que este tipo de proyectos no son detonadores de la economía regional, que sólo se exhibe la conveniencia política del vino…un museo del vino va más allá de esto. Se trata, esperando que así se haya concebido, de un proyecto vivo, que involucre a la comunidad, que comprometa al visitante, que se extienda más allá de sus límites físicos, que eduque y promueva la cultura del vino, que promueva el entendimiento del paisaje cultural como vía de proceso que sí detona la economía, que sí incide en la identidad y que sí influye en el futuro de la región.

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